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Prácticas rurales en Herrera de los Navarros

Última modificación
Mié , 25/10/2023 - 01:47

Situado al sur de la provincia de Zaragoza, el pueblo de Herrera de los Navarros se extiende a lo largo del serpenteante río Luesma y ofrece una vista impresionante de la sierra de Herrera. Este lugar cuenta con un valioso tesoro de joyas históricas, pero ninguna destaca tanto como la Iglesia-Fortaleza de San Juan Bautista. Su torre mudéjar, una obra maestra de la arquitectura, ha sido honrada con el prestigioso reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la UNESCO. A lo largo de los años, la administración del pueblo ha emprendido una transformación que ha revitalizado cada rincón del lugar. Gracias a los esfuerzos de sus habitantes, Herrera está experimentando un renacimiento notable. Andrea, Sara, Dani y Alfonso han pasado el verano en este pueblo del Campo de Daroca gracias al Programa Desafío – Arraigo, suscrito entre la Universidad de Zaragoza y la Diputación Provincial de Zaragoza para dar su apoyo y mejorar las condiciones a sus 500 habitantes

La primera voz de esta gran historia que se ha cocido en Herrera de los Navarros es la de Andrea Frontons. La estudiante del Grado en Magisterio Primaria ha repetido por segundo año consecutivo esta experiencia en el pueblo de Herrera porque las “experiencias son muy chulas y porque Herrera es el pueblo que mejor me he sentido porque siempre me han tratado genial”. A diario, Andrea se ha movido como una bola de billar por todo el pueblo, realizando diversas labores en la escuela de educación infantil, en la de verano, en la ludoteca, en la biblioteca y en el desarrollo de diferentes actividades para los pequeños de Herrera. Le han dado mucha autonomía para realizar actividades de todo tipo que han mantenido al pueblo ocupado. “Estoy muy contenta con las actividades que me están haciendo hacer”, comenta. “Al estar en el pueblo me di cuenta que me gustaría mucho trabajar aquí, y a la hora de opositar sé que voy a poner a Herrera de los Navarros en mis primeros destinos por la gran experiencia que he tenido en el colegio”, añade. Andrea ya había cursado prácticas de lo suyo con anterioridad, pero estas, le han hecho madurar mucho laboralmente. Como dice ella: “he aprendido a cómo se gestiona las maestras y es de una forma muy distinta a la que yo me creía en Zaragoza”.

Alfonso Sánchez, estudiante de Derecho, ocupa un asiento en las oficinas del ayuntamiento de Herrera. Allí, se ha dedicado a “poner su granito de arena” en hacer contratos menores, pliegos para licitaciones, gestión de subvenciones y “todo lo relacionado con el derecho”. Para él, esta oportunidad ha sido una “opción para tocar el mundo profesional por primera vez y ver cómo funciona desde dentro un ayuntamiento”. Desde su atalaya, el estudiante señala que “de normal se cree que los trabajos ligados con derecho siempre se hacen lo mismo”, pero al estar en un ayuntamiento pequeño ha tocado todos los palos. “Mi trabajo diario no es nada monótono”, explica Alfonso. Contantemente, se ha dedicado a mejorar las condiciones de los habitantes de Herrera. Aunque al principio le “costara un poco”, Alfonso ha ido ganando confianza hasta acabar por “madurar profesionalmente y saber ahora a que me enfrento si decido en un futuro trabajar en la secretaría de un ayuntamiento”, “sacar la faena” y pensar que ha contribuido muy positivamente en la localización.

Daniel Escosa, alumno de último año del Grado en Arquitectura, ha estado llevando a cabo una labor imprescindible para el bienestar de los herrerinos junto al arquitecto municipal. Para él, esta oportunidad ha sido “una forma muy dinámica de meterte en el mundo laboral”. Y es que Daniel, que ha estado mano a mano con Alfonso, se ha dedicado a tareas como son el censo de inmuebles, proyectos futuros, revisión del sistema de abastecimiento municipal y todo tipo de tareas de apoyo al arquitecto municipal. “Mi trabajo es muy dinámico y me muevo mucho por el pueblo”, comenta con alegría. Daniel ha podido conocer de primera mano “cómo se construyen las cosas” y hacer un trabajo en común que ha rehabilitado el pueblo. “Aquí no estás todo el día en el estudio y eso me está gustando mucho”, comenta mientras relata que cada día tiene una experiencia nueva.

Por último, Sara Sánchez ha estado dando al pueblo un servicio muy necesario y vital. La engresada en el grado en Terapia Ocupacional, cada día ha acudido a los hogares de los más mayores para estimular su capacidad motriz y cognitiva. Ella se ha organizado como ha querido y ha elaborado diferentes materiales y metodologías para dar un apoyo vital para que los herreranos progresen y se mantengan fuertes en todos sus sentidos. “Profesionalmente me ha ayudado un montón. En mi carrera tengo prácticas, pero no es lo mismo estar con un tutor a lo que estoy haciendo ahora”, comenta con determinación. Su trabajo es muy necesario. Por las mañanas, ha realizado sesiones individualizadas y por las tardes ha hecho sesiones grupales para que los mayores “salieran de casa y sociabilizaran”. Sara que va de casa en casa, nota que en lo rural “es más cercano y no tan frío como en la ciudad”. “Aquí es totalmente distinto y haces cosas más personales e individualizadas”, añade.

Todos ellos han creado un gran vínculo muy cercano con todos los herrerinos: “El pueblo acoge mucho y nosotros nos hemos dejado acoger también”, dicen. Todos los del ayuntamiento, desde Enrique, el alcalde hasta su último eslabón los ha tratado muy bien. Han formado una gran piña y por ellos alargarían su estancia mucho más. Todos ellos están de acuerdo en que: “Cuando te vas de casa cerca o lejos te tienes que empapar de ese lugar al que te vayas”. “Nos ha hecho crecer de otra manera y que la realidad es distinta”, añaden.

El Convenio Desafío, ratificado entre la Universidad de Zaragoza y la Diputación Provincial de Zaragoza, ha dado un empujoncito a estos cuatro jóvenes para clarificar su vocación. Gracias a su decisión de hacer las prácticas, Herrera de los Navarros ha recibido un apoyo esencial en su lucha por el desarrollo rural. Esto, sumado al compromiso de su ayuntamiento en atraer a estos jóvenes, hace que la pequeña localidad progrese en todos los sentidos.