Prácticas rurales en Belchite
"Es una oportunidad increíble para reencontrarme con mi pueblo y ser parte activa del entramado empresarial de la que siempre ha sido mi hogar", relata con entusiasmo Gloria Vallado, graduada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Zaragoza. Criada en Belchite desde siempre, tuvo que trasladarse a la capital para cursar su grado. Sin embargo, su regreso a Belchite se ha hecho realidad gracias a al Programa Desafío-Arraigo, un programa conjunto entre la Universidad de Zaragoza y la Diputación Provincial de Zaragoza. Ahora, Gloria trabaja en la Cooperativa San Martín una cooperativa ampliamente reconocida en toda la zona por su producción de aceite de oliva desde 1947 y por tener a más de 270 agricultores asociados.
Cada día, Gloria lleva a cabo tareas diversas relacionadas con la administración de la cooperativa. Todas ellas siempre con “un toque muy familiar”. Desde la gestión de ventas y contabilidad hasta el archivado de documentos, facturación, caja, gestión de facturas, asesoramiento en ventas e incluso, en ocasiones, cuando no hay mucha faena, ayuda a etiquetar y empaquetar las botellas de aceite. En resumidas cuentas, la joven hace de todo para “aportar algo bueno al pueblo y generar valor a la empresa”.
Para Gloria estas prácticas han sido su segundo contacto con el mundo laboral, y está experimentando un aprendizaje sumamente enriquecedor gracias a la orientación de sus tutoras y a la oportunidad de sumergirse en el funcionamiento interno de la Cooperativa San Martín. A la titulada siempre le había intrigado el funcionamiento de una cooperativa agraria desde adentro, y esta experiencia ha superado sus expectativas.
La emoción de Gloria se centra en la oportunidad de llevar sus conocimientos académicos a la práctica, agregando un valor significativo a la empresa. Al poner en acción los conceptos adquiridos a lo largo de su carrera, ha desempeñado un papel crucial al elaborar manuales instructivos, especialmente en temas modernos como programas y sistemas que al resto de la plantilla de la cooperativa enfrentan desafíos en este ámbito. Del mismo modo, Gloria se ha empapado de sus tutoras quienes han sido actores clave en su desarrollo, proporcionándole una comprensión profunda de la gestión y administración empresarial.
A la joven no hace falta convencerla. Gloria tiene muy claro dónde quiere trazar su futuro, y más viendo que “en la ciudad me costaría mucho trabajar”. Ahora, la identidad de Gloria en Belchite se ha transformado. Ya no es solo una estudiante, ahora es “Gloria la que trabaja en la cooperativa”. “Belchite me encanta por sus entornos tranquilos y familiares y por el ambiente”, confiesa con entusiasmo.
Para Gloria esta oportunidad cualificada profesional no solo ha sido un cambio en su vida, sino también una herencia. "Mi padre es agricultor y eso me conecta aún más con el mundo del campo y del aceite", comparte con orgullo. Además, alienta a aquellos que deseen quedarse en sus pueblos a coger esta beca para que aporten su esencia a su comarca o pueblo. "Es una oportunidad maravillosa para conocer profúndame tu pueblo. Conocía las empresas de aquí, pero nunca había sido parte del entramado empresarial. Es una experiencia enriquecedora, una forma de dar y aprender mutuamente", comparte con emoción.