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Prácticas rurales en Calatayud

Última modificación
Mié , 25/10/2023 - 01:47

“Me motiva mucho saber que cuando llego aquí cada día, aprendo muchas cosas que las pongo en práctica”, comenta Javier Soler sobre sus prácticas en Iberia Compositech, una empresa afincada en Calatayud, líder en la fabricación de composites con diversas aplicaciones en sectores como automoción, aeronáutica, náutica, industria y medicina. Esta oportunidad única se ha materializado gracias a la beca del Programa Desafío - Arraigo, entre la Universidad de Zaragoza y la Diputación Provincial de Zaragoza. 

Desde el principio, Javier lo ha tenido claro: "Elegí realizar mis prácticas aquí porque el mundo de los composites me resultaba muy interesante y este campo no se explora tanto en la universidad. El estudiante del Grado en Ingeniería Mecánica detalla que recibe una formación muy completa todos los días que está aprovechando para el futuro, y más, como lo es el universo de los composites, un campo poco conocido para muchos. 

Las tareas de Javier son muy variopintas, pero en ningún momento monótonas. Como futuro ingeniero, participa en el diseño de moldes y modelos, crea instrucciones de trabajo, desarrolla diseños de herramientas para moldes, traza patrones de fibras y realiza ajustes en estos, además de generar archivos de corte. "Aunque invertí tiempo en aprender ciertas tareas, las recompensas han sido significativas", enfatiza Javier. El estudiante ha sentido que ha aportado su granito de arena a la empresa, generando valor a través de las funciones que desempeña y aunque lleva poco tiempo en la organización, ya hay tareas que solo realiza él: "No son tareas complejas, pero, por ejemplo, soy el único que se encarga de ciertos patrones, y confían en que yo los haga”.

Javier lo tuvo claro desde el principio. Su crecimiento personal y laboral de su experiencia es evidente: "Siento que he madurado en el ámbito laboral. Incluso cuando uno trabaja sin darse cuenta está madurando, especialmente si se sale de la zona de confort". Sus anécdotas, contadas con una buena sonrisa, reflejan la impresión de descubrir en la práctica que ciertas cosas son diferentes a lo que uno esperaba, marcando así su proceso de desarrollo en la empresa.

Tras esta oportunidad, Javier no tiene reparos en volver a trabajar en el entorno rural: "Personalmente, a mí no me importa vivir en un pueblo. Al fin y al cabo, limitarse a buscar trabajo en la ciudad cierra muchas puertas. En lugares rurales, empresas como Iberia Compositech ofrecen oportunidades especializadas que se traducen en diversas opciones", y aunque la empleabilidad en su campo es alta, Javier destaca que "las mejores oportunidades no necesariamente están en Zaragoza o en zonas urbanas”, ya que en lugares más pequeños como en Calatayud puedes encontrar nichos de especialización que no son tan comunes en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza. 

Para Javier, esta oportunidad ha sido un gran incentivo para su futuro laboral. Además, alienta a todos los estudiantes de la universidad a vivir esta experiencia: “Que se lancen. En empresas más pequeñas como esta, desde mi punto de vista, tienes más posibilidades de desempeñar más tareas y que estén más pendientes de ti y de que te enseñen. Aquí, eres alguien con nombre, lo cual es especialmente valioso durante las prácticas porque todavía no has acabado ni la carrera”.