Prácticas rurales en Sástago

“Cuando conocí el programa vi la oportunidad perfecta de hacer lo que siempre había querido: vivir y trabajar en el pueblo, en mi pueblo”, cuenta emocionada Chantal, la graduada en Química por la Universidad de Zaragoza.

Su familia es de Zaragoza capital, pero tiene raíces tanto en Sástago (Zaragoza) como en un pequeño pueblo de la provincia de Soria. Sin duda, la joven tiene un espíritu de lo más rural. 

Su llegada al Ayuntamiento de Sástago es halagada tanto por su tutora, como por los receptores de todas las actividades que tiene entre manos. Por ejemplo, con el objetivo de divulgar la lectura y promocionar la biblioteca de la localidad, Chantal se ha apropiado del Instagram del Ayuntamiento para hacer reseñas de libros y publicaciones de lo más atractivas para todos los públicos.

Pero esa no es la única idea de la química, que tras acabar su Máster Universitario en Geología, Técnicas y Aplicaciones, ha relacionado una de sus actividades con la agenda 2030. Gracias a sus conocimientos teóricos, está planificando una serie de eventos y juegos dinámicos para que los niños se conciencien de la situación medioambiental y de muchos otros factores de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenibles).

Chantal defiende que los pueblos están muy mal conceptuados por parte de la gente de la capital: “En la ciudad tienen una imagen muy equivocada de los pueblos, muy antigua. El ambiente aquí es inigualable, seguramente muchos cambiarían de opinión si aprovecharan la oportunidad que nos brinda el Convenio Desafío – Arraigo”.

La tranquilidad, la naturaleza accesible y la libertad propia de la vida de pueblo son los principales nexos de unión entre Chantal y Sástago. La iniciativa y la dedicación de la joven zaragozana son esenciales para colaborar en la mejora de la calidad de vida de esta localidad de la Ribera Baja del Ebro, y para dinamizar sobre todo a los más jóvenes.